viernes, 26 de julio de 2019

Visitante Nocturno. Parte 2

3. La llegada de las Aves


sombra-oscuridad-miedo-terror
"Sombras en la oscuridad..."



Aproximadamente había pasado ya un mes, desde la llegada de aquella "ave" o "aves", porque en realidad era difícil saber si era una, o varias, la población inmediatamente las identifico como brujas, debido a que por las noches se podía oír sus silbidos fuertemente, (era raro, en décadas pasadas se contaban las historias que habían brujas, pero estas eran más reservadas, en el sentido de que nunca hicieron tanto escándalo, nunca fueron tan "exhibicionistas"), se podían escuchar a lo largo y ancho de todo el pueblo, que no era muy grande realmente, como se mencionó anteriormente.

La gente hablaba de ello en cada lugar en el que solían juntarse por las tardes a socializar, después de su jornada de trabajo, era común llegar a alguno de los tres puntos más concurridos de aquella comunidad, la cabina telefónica del pueblo, la tienda de abarrotes de doña Martina y la tienda comunitaria, frente a la plaza principal y junto a la iglesia de la comunidad, era allí donde más concurrencia había...

... Y fue precisamente ahí donde la bruja hizo su primer aparición.

martes, 2 de julio de 2019

El Monstruo




El Monstruo

Relato-corto-de-terror
Monstruo en la Oscuridad



Bajo el Farol.


El primer golpe que propino al cuerpo de aquel ser deforme hizo que este se balanceara hacia su derecha y falto poco para que cayera al suelo, la criatura berreaba, chillaba y siempre le mostraba sus filosos dientes al carecer de labios; el segundo golpe lo asesto justo a la cabeza a pesar de que este ser debía medir por lo menos dos metros de altura, tuvo que hacer un gran esfuerzo, sin embargo consiguió tumbarlo al suelo, fue tal el impacto con el filo de la pala que un trozo de carne se desprendió de su nuca. De no ser por aquel farol no habría podido ver nada, no habría tenido tanta suerte al golpearlo.


Ya con la criatura en el piso, Jaime se detuvo por un segundo frente a este ser a examinarle la cara, si se podía llamar así a ese semblante tan repugnante; la criatura no dejaba de abrir desmesuradamente sus fauces escupiendo fuertes chillidos retumbantes, no tenia ojos, incluso apenas se percibían unos orificios dispares encima de su boca, que pretendían ser sus fosas nasales; Jaime, tomando la pala por el mango y apuntando el filo hacia el rostro de aquella monstruosidad, logro rajar esa grotesca cabeza, separando desde la mandíbula a la frente, del resto del cuerpo; la criatura aún se movía, así que instintivamente volvió a golpear una y otra vez ese cráneo, hasta que finalmente se produjo un fuerte estallido mientras unos sesos putrefactos se esparcieron por el asfalto, junto con trozos de cráneo, de masa encefálica y de carne, un charco de espesa sangre coagulada se formó en rededor de aquella figura.